miércoles, 26 de septiembre de 2007

JUEGOS DE GUERRA

“Cómo será
vivir colgado para siempre de una casa subterránea
¿Perder el hilo de las horas?

¿Será
que se puede vivir en el agua con los ojos
abiertos

Y yo,
que no me he dado cuenta,
me quedé viajando en este barco negro?

5 comentarios:

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

Definitivamente fantástica y esa confesión escrita a desgarro de alma y huella sobre la tierra.

Me atre tu voz en la literatura por lo que tienes "algo que decir, sin los arilugios e los velos de tul y de damascos algunos,
me encantó encontrarte.

Un abrazo...
Migdalia Mansilla

Presentes Ausencias dijo...

Perdona los gazapos en cada comentario en que leas es Migdalia quien los deja...escribo a dos dedos y a velocidad, además la mente me juega malas pasadas, creo leer, lo que creo haber escrito.
Besos,
Migdalia

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

Bellos versos, Libéluladeagua.

Felicitaciones por tu blog.

Un abrazo libelulario.

Anónimo dijo...

!Poeta! Gracias por sus atrevidas incursiones en el mundo del misterio y del Amor. Por los paseos a La Noche, convertida en Sra. del miedo. Me hubiera gustado leer ese texto de "La Aproximación al Adiós", para saber cuál era su mirada de los que se atreven a marcharse o de los que no se pueden ir nunca. He leído con mucha calma la selva de "Insectos en el Paraíso" (el único libro suyo que he podido leer), pude sentir el disparo desde el coche y las palomas volando en la ciudad que Ud. llama "Un perro colgado detrás de los ojos", no se si podré leerlo algún día, pero a veces me basta una paloma herida como una mujer que se lanza al vacío desde un piso 12 o tener la certeza de "un reino de la sed" en esa selva de lo humano y de la guerra, constatar mi propia sed en esos poemas y la certeza de un retorno al paraíso en sus preguntas de poeta: "...Cómo regreso a mi duelo de hortalizas/Cómo me represento y cómo decir: Me voy/Me voy con los lobos/Me voy otra vez a la montaña/ A parir de noche en la tormenta. Sabiendo que en esa tormenta hay una india pariendo en la Sierra de los Caribes, a solas, con la compañía de otras mujeres, el retorno a esos ríos cargados de sangre, a esas tierras de placentas guardadas como secretos. En un segundo y sin aviso me ha hecho temblar de emoción dejando que mis lagrimas sean para el lago inmenso que resguarda a esos peces milenarios que se atreven a nadar en el fondo de unos ojos. Gracias Poeta porque la poesía siempre salva. Es un milagro del misterio de esta vida. R.T.

Unknown dijo...
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